Para ayudar a nuestro alumnos con la ortagrafía, hay en la red multitud de juegos y aplicaciones que hacen más amena esta ardua tarea. No obstante, hay un paso que muchas veces obviamos: explicarles que una palabra que resulta complicada de escribir puede dejar de serlo si se intenta fijar en nuestra memoria mediante huellas visuales, auditivas, motrices, fonéticas. Esto es, conviene leer las palabras en voz alta, escribirlas y construir su familia léxica. Se trataría de conseguir que cada vocablo fuera asimilado por todos los canales sensoriales para fortalecer la memoria de trabajo.
Cuantas más fotos se hagan de la palabras mejor quedarán fijadas en la memoria.
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